Dnipro: ¿Otro rico llegado del Este?

Corría el año 1991 cuando la Unión Soviética dejó de ser un país como tal, para convertirse en 15 repúblicas independientes. Era un cambió radical aunque para muchos necesario, y a partir de ese momento todo tendría un nuevo sentido dependiendo de a qué república se perteneciese.
El mundo del fútbol no fué esquivo a estos cambios: ya no se volvería a ver en una liga o copa doméstica la encarnizada lucha entre Dinamo Kiev, Spartak Moscú y Dinamo de Moscú ; al Dinamo Tblisis plantando cara a los dos gigantes soviéticos a finales de los 70 y principios de los 80; al Ararat Erevan ganando dos copas y una liga siendo un modesto equipo de la remota Armenia; o al Dnipro y el Dinamo Minsk que en los años 80 se convirtieron en un quebradero de cabeza para los grandes del país.
En Europa además eran temidos. Baste recordar los dos títulos del Dinamo de Kiev, con el gran Blokhin a la cabeza en la Recopa, el conseguido por el Dinamo Tblissis en el 81 en esta misma competición, o el subcampeonato, también en la Recopa del Dinamo de Moscú a principios de los 70. No lograron demasiados títulos, pero todos los equipos soviéticos eran muy respetados.
Y qué decir de la selección. Un palmarés de escándalo antes de la disolución del país comunista lo atestigua. 1 campeonato de europa, 3 subcampeonatos y 1 semifinal llenan su palmarés en el que fué su torneo fetiche, adornado con una semifinal en un campeonato del mundo.
¿Quién no ha oído hablar de la Unión Soviética de finales de los 80 a la que se dió como favorita en el Mundial de Italia 90? Aquella selección con los Dassaev, Blokhin, Protassov, Aleinikov, Lithovchenko...

Sin embargo, todo aquello se acabó, y a partir de ese momento cada república contaría con su propia federación, su propia liga y su propia selección. Iba a ser un periplo muy duro para todos aquellos nuevos países, incluidos los mas grandes y por ello los más cercanos a la mejora como Rusia y Ukrania.
Pasaban los años y lo que fue el temido fútbol soviético se convirtió en un montón de nuevos equipos y selcciones que no llegaban mas que a las primeras rondas de las fases clasificatorias. Salvo la campanada del Cska en Champions contra el Barcelona en el 93, los cinco goles de Salenko en el Mundial USA 94, y las semis del Dinamo de Kiev en Champions de finales de los 90, mas la aparición de vez en cuando de un talento como Karpin o Shevchenko, poco se oía del futbol de la extinta URSS en los últimos 15 años.

Pero todo cambió a mediados de la primera década del nuevo siglo. En el 2003, un magnate ruso llamado Roman Abramovich compra el Chelsea y empieza a construir un super equipo con enormes cantidades de dinero. Poco después entra en el CSKA de Moscú e invierte para traer jugadores con gran nombre al equipo. Esto provoca el pique de otros financieros rusos que hacen lo mismo que Roman, y adquieren equipos que llenan de estrellas. Además, se mejora en infraestructuras y lugares de trabajo. En Ukrania pasa algo parecido, y un millonario ucraniano empeñado en desbancar al todo poderoso Dinamo de Kiev de la cima del campeonato local, decide invertir en el Shaktar Donestk sin escatimar gastos.
¿Resultado? cuatro títulos en seis temporadas ( Cska la UEFA, Zenith Uefa y Supercopa, Shaktar la Liga Europa)

Y quién parece que quiere tomar ahora este camino es el histórico club ucraniano del Dnirpo Dnipropetrovsk. Tras varios años en los que el equipo no ha llegado ni a ser la comparsa que baila a la sombra del monopolio Shaktar-Dinamo Kiev, parece que el magnate Andrei Sletchenko se lo ha tomado muy en serio, y quiere que su Dnipro sea un nuevo referente, no solo en Ucrania, si no también fuera de sus fronteras.
Ya al comienzo de la temporada las miras estaban puestas en estar muy cerca de Dinamo y Shaktar en la lucha por el título, pero las cosas no salían del todo bien y el presidente decidió dar un cambio de rumbo con la contratación del prestigioso técnico español Juande Ramos.
Con Juande las cosas están mejorando, e incluso, se está a tan solo cinco puntos del Dinamo de Kiev, equipo que marca la "zona Champions" tan ansiada por Sletchenko.
¿ Pero qué equipo tiene el Dnipro y en que jugadores se ha gastado tanto dinero?

El checo Lastuvka ocupa la portería. A la llegada de Juande el titular era el meta de la selección sub-21 Kanibolovsky, pero parece que la veteranía de Jan se ha sobrepuesto.

La defensa es un punto fuerte del equipo. La base antes de la llegada de Juande era buena con el capitán Rusol ejerciendo de líder y con los nada desdeñales Denisov y Mandzyuk acompañándole. Si acaso Chervyachenko bajaba el nivel. Pero ahora ha llegado el que para muchos es el lateral derecho con mas futuro del mundo, el ghanés Inkoon, y el experimentado central colombiano Rivas para dar mas solidez al centro de la zaga. Juande los pidió y aquí los tiene, aunque tendrá que cambiar nombres y posiciones para acomodar a los nuevos..

Para el medio del campo el Dnipro cuenta con los veteranos Nazarenko y Rotan, ambos internacionales y con un gran peso en el equipo ya que ambos salieron de la cantera del club. Les acompañan una de las perlas de la nueva camada, el potente Shakov (apuesta personal de Juande), y a partir de ahora seguro que vemos también al crack de la última Copa Libertadores y estrella del último Mundial sub-20 con su selección,el brasileño Giuliano, quien llega desde el Internacional de Portoalegre tras pagar el Dnipro 10 millones de euros.

Y arriba encontramos un auténtico arsenal para hacer todas las combinaciones posibles pero siempre haciendo daño. Al canterano y gran perla del equipo, el habilidoso Konoplyanka hay que unirle el goleador Seleznyev, que en su día ya le costó un buen dinero,al revulsivo Homernyuk, y al fortísimo Oleksander Hladky, quien no ha terminado de cuajar desde que fue fichado como el delantero ucraniano del futuro tras su traspaso por 7,5 millones de euros, procedente de Shaktar Donestk.


El presidente del Dnipro ya ha anunciado que no escatimará en gastos para poner a su equipo en la élite ucraniana y europea, y sin duda, las llegadas desde el mes de octubre de Juande (un sueldo bastante alto), y de dos de las mayores promesas en sus puestos en el fútbol mundial, Inkoon  y Giuliano ( 20 millones de euros entre los dos), atestiguan que el Dnipro quiere crecer cueste lo que cueste.
Este año puede ser un buen inicio, ya que la Champions no está lejos, y quizás en un futuro no muy lejano, podamos volver a ver a este histórico club luchando por ganar títulos, como aquellos que se llevó a finales de los 80 en la antigua Unión Soviética.